La ex chica Disney, cantante y actriz, prefiere ejercicios antes de privarse de sus gustos por la comida.
A los 21 años, Selena Gomez prefiere una rutina de ejercicios para no dejar su admitida adicción a la comida chatarra. "Soy sureña y amo la comida mexicana, las pastas y las frituras. Pero en ocasiones trato de alimentarme un poco más saludable", dijo a la revista Vogue.
Aunque es una joven a la que no le agrada la actividad física, toma clases de baile y recompensa con sesiones de pilates para mantener su cuerpo. Su desayuno se basa en huevos con verduras, queso y tortilla, aunque prefiere los huevos con champigñones. Su almuerzo por lo general es en su estudio de grabación y consiste en pollo asado con verduras o en su defecto, un sándwich de pavo con pepino y otros complementos. En la cena disfruta más y se da el gusto con comida italiana, como la lasagnia. Durante todo el día puede comer chocolates y otro tipo de dulces y golosinas.
Nota: "Honestamente, nunca me ha gustado ejercitarme, pero en mi show tenemos 13 piezas que incluyen coreografía y es un set de 90 minutos. ¡A eso le llamo entrenamiento!" sostuvo en la entrevista.
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