"Estamos frente a un hecho de gran trascendencia científica, el trasplante al primer paciente con corazón artificial intratorácico de la región y de enorme importancia social: el hospital y la salud pública puestos al servicio de quienes más lo necesitan", apuntó el ministro de salud Juan Manzur.
Marcos, quien recibió un corazón orgánico el pasado 6 de mayo y pronto volverá a su hogar en la localidad bonaerense de Moreno, es el primer paciente pediátrico en Latinoamérica que esperó la intervención en su casa, conectado al aparato que portaba en una riñonera y que funcionaba a baterías. Diez meses atrás había entrado al quirófano para que le colocaran el novedoso dispositivo que le permitió llevar una vida casi normal mientras esperaba el nuevo trasplante que llegó de un donante de Córdoba.
"La importancia del caso se debe a lo novedoso de la tecnología, que le permitió a Marcos desarrollar una vida casi normal", señaló Horacio Vogelfang, jefe del servicio de Trasplante Cardíaco del Garrahan. El cirujano agregó que la complejidad de la operación, que duró 13 horas, "estuvo dada porque se debió retirar el corazón artificial y dejar las partes necesarias para colocar el nuevo órgano".
"Esto fue posible gracias a la donación, pero también al hospital público y a la jerarquización de un programa de trasplante como el que tenemos en el hospital", apuntó Gerardo Naiman, quien también integra el servicio de trasplante.
Marcos, quien recibió un corazón orgánico el pasado 6 de mayo y pronto volverá a su hogar en la localidad bonaerense de Moreno, es el primer paciente pediátrico en Latinoamérica que esperó la intervención en su casa, conectado al aparato que portaba en una riñonera y que funcionaba a baterías. Diez meses atrás había entrado al quirófano para que le colocaran el novedoso dispositivo que le permitió llevar una vida casi normal mientras esperaba el nuevo trasplante que llegó de un donante de Córdoba.
"La importancia del caso se debe a lo novedoso de la tecnología, que le permitió a Marcos desarrollar una vida casi normal", señaló Horacio Vogelfang, jefe del servicio de Trasplante Cardíaco del Garrahan. El cirujano agregó que la complejidad de la operación, que duró 13 horas, "estuvo dada porque se debió retirar el corazón artificial y dejar las partes necesarias para colocar el nuevo órgano".
"Esto fue posible gracias a la donación, pero también al hospital público y a la jerarquización de un programa de trasplante como el que tenemos en el hospital", apuntó Gerardo Naiman, quien también integra el servicio de trasplante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario