El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó hoy a la península de Crimea, recientemente anexada a Rusia para festejar el Día de la Victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Putin viajó a Crimea tras estar en el tradicional desfile militar en la Plaza Roja, en la cual desfilaron miles de soldados con armamento pesado, como los misiles intercontinentales Tópol, el arma más letal del arsenal nuclear ruso. Por otro lado, al grito intimidante de "somos rusos", de los separatistas del este de Ucrania, desafiaron hoy al poder central al festejar en la ciudad de Donetsk el Día de la Victoria.
"Nosotros somos rusos", exclamó Miroslav Rudenko, copresidente de la república popular de Donetsk. "Estamos recuperando nuestra alma rusa. Los Nazis de Kiev no pasarán", agregó mientras aseguraba tener todo listo para el referendo separatista del Domingo pese al pedido de Putin de que desistieran de hacerlo. Cinco mil personas aproximadamente, se congregaron en la plaza Lenin, corazón de la ciudad, para participar en los festejos y rendir tributo a los millones de soviéticos que perdieron la vida en la Gerra Mundial.
Nota: "Viva Rusia", "Donbass es Rusia", gritaba la multitud mientras agitaba tanto la bandera rusa como la de la república separatista de Donetsk. Por último llegaron a la plaza más de 200 hombres uniformados y armados con fusiles Kalashnikov, pertenecientes a un batallón llamado Vostok, creado por las milicias insurgentes.
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