La hipertensión arterial suele asociarse exclusivamente con el mundo adulto. Sin embargo, el sedentarismo y el aumento de peso también vuelven vulnerables a niños y adolescentes. Inclusive, especialistas afirman que existe una incidencia tres veces mayor de la enfermedad en chicos obesos. A raíz del Día mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 14 de Mayo, desde el Ministerio de Salud de la Provincia, insisten en la importancia de tomar el hábito de medirse la presión, única manera de detectar esta enfermedad que en ocasiones no reporta síntomas y que los médicos suelen calificar como “un mal silencioso”.
Pero esta rutina también debe ser incorporada a los controles sanitarios de los chicos, quienes pueden convertirse en hipertensos, sobre todo si sufren de obesidad. Según la Sociedad Argentina de Hipertensión, existe una incidencia tres veces mayor de la enfermedad en adolescentes obesos, si se los compara con chicos de la misma edad con peso normal. “El sedentarismo es uno de los mayores aliados de la hipertensión arterial, y si ese mal hábito se toma desde la infancia, sumado a una mala alimentación donde se priorizan las grasas y los productos con alto contenido de sodio, las consecuencias serán severas en la niñez y muy difíciles de revertir en la vida adulta”, dijo el ministro de Salud, Alejandro Collia.
Nota: No obstante, y pese al peligro que implica una enfermedad que en el 60% de los casos puede existir sin presentar síntomas, el director provincial de Atención Primaria de la Salud, Luis Crovetto, instó a que los padres estén atentos si los niños o adolescentes “sufren dolor de cabeza constante, enrojecimiento en la cara y las orejas, mareos o sangrado nasal”, ya que pueden ser algunas de las manifestaciones de la enfermedad.
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